Disminuto cibernético mi amado Celular
Por; Raúl Adames
No puedo ocultar la satisfacción cuando mis compañeros me desnudan ocularmente, realizando gestos impropios pareciendo un lunático fuera de control.
Informaciones ocultas, llamadas perdidas, y unos que otros mensajes cual si fueran rayos que atraviesan mi incansable órgano que envía el rojo liquido a todo mi cuerpo, también otros que me hacen vibrar.
Tan costoso como hondas sensitivas que desgastan mi infima mensualidad, aun así te acaricio y observando tu pantalla lumínica de intensos colores con tal poder auditivo que con solo un clic puedes dar la vuelta al Mundo.
Te has convertido en mi sombra, diminuto androide que interviene todo mi ser.
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